La autoestima es esencial y tener una autoestima saludable puede influir en la motivación, el bienestar mental y la calidad de vida en general de una persona. La autoestima se utiliza para describir la forma en que las personas se ven y se gustan a sí mismas, independientemente de las circunstancias. Muchos factores definen la autoestima, como la confianza en uno mismo, el sentido de pertenencia y los sentimientos de competencia y seguridad. La autoestima tiene un impacto en la toma de decisiones, las relaciones, la salud emocional, la motivación y la calidad de vida en general. Sin embargo, la autoestima que es demasiado alta o demasiado baja puede ser problemática. Las personas con baja autoestima tienden a sentirse menos seguras de sus habilidades, a sentirse indignas y a dudar de sí mismas. Aquellos que tienen una estima excesiva por sí mismos pueden sentirse autorizados, sobreestimar sus habilidades e inhibir su capacidad para mejorarse a sí mismos.

Aunque la baja autoestima no se clasifica como una condición de salud mental en sí misma, existen vínculos claros entre la forma en que nos sentimos acerca de nosotros mismos y nuestro bienestar mental y emocional en general. La baja autoestima tiende a funcionar en un círculo vicioso con otras condiciones de salud mental como la depresión y la ansiedad. Es difícil decir qué viene primero, solo que la combinación es común y problemática.

PS La autoestima tiende a ser más baja en la niñez y aumenta durante la adolescencia y la edad adulta.

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